Mi sirvienta se convierte en una pornochacha
Que buen ojo tuve cuando contraté a mi sirvienta, sabía que acabaría siendo mi pornochacha y mi instinto una vez no me falló. Al principio todas dicen estar muy enamoradas de sus maridos y parecen ser las esposas perfectas, pero con el tiempo vas descubriendo que es todo mentira y que están deseando que les eches un polvo como Dios manda. También me decía la primera vez que me la follé que ella jamás lo había hecho por el culo y que no lo haría… Pues bien, aquí la tenéis a 4 patas y comiéndose por el ojete toda mi verga.